Movimiento Apostólico de Schoenstatt

Qué es Schoenstatt

SCHOENTATT ES UN LUGAR DE GRACIAS Y PEREGRINACIÓN
Como lugar de gracias, ha llegado a ser un centro de peregrinos, donde miles de personas buscan a través de María un encuentro vital y profundo con Cristo, la luz de la fe para ver su vida según el plan de Dios y la fuerza para su compromiso apostólico.

SCHOENSTATT ES UN MOVIMIENTO DE RENOVACIÓN RELIGIOSO-MORAL DEL MUNDO EN CRISTO
Es un movimiento apostólico de renovación. No es una comunidad vuelta hacia sí misma, sino que posee un marcado carácter apostólico. Quiere despertar en sus miembros el impulso apos­tólico y educarlos para el compromiso en su medio y allí donde les sea posible actuar como fermentos en la masa.
Como movimiento de renovación y apostólico, Schoenstatt es un movimiento de educadores y de educación de la fe. La acción que ejerce María en el Santuario tiene como finalidad dar a luz espiritualmente a Cristo en cada persona y en cada comunidad, hacer que El tome forma en nosotros hasta que logremos la madurez como cristianos adultos en la fe. Esta acción de María – que debe contar con nuestra activa cooperación – conduce a una profunda renovación religioso-moral personal, la cual es base, motor y seguro de la transformación de la sociedad y de las estructuras que la conforman.

SCHOENSTATT ES UNA FAMILIA ESPIRITUAL ORGANIZADA FEDERATIVAMENTE

SCHOENSTATT ES UN MOVIMIENTO DE IGLESIA
Schoenstatt es un Movimiento nacido en el seno de la Iglesia Católica y al servicio de ella. Por ser un Movimiento profundamente mariano, Schoenstatt ha querido caracterizarse, como su fundador, por un marcado amor a la Iglesia, de la cual María es Madre y prototipo. Se siente y quiere ser parte viva de ella y colaborar activamente en la realización de su misión.

Es una “Familia de familias”; una confederación de comunidades autónomas. Unidos por la Alianza de amor con María, Madre y Educadora de sus hijos, estos se saben y se sienten entrelazados entre si por los lazos de amor fraternal; llamados a ser hermanos.
La Familia de Schoenstatt cuenta con diversos tipos de comunidades de acuerdo a la forma y grado del compromiso apostólico, comunitario y ascético de sus miembros. Estos son: los Institutos Seculares (6), las Federaciones Apostólicas (7), las Ligas Apostólicas diocesanas (11) y el Movimiento popular y de peregrinos. Los Institutos están organizados a un nivel internacional; las Federaciones, normalmente a nivel nacional y todas las otras comunidades de Schoenstatt (ramas a nivel de Liga) poseen una marcada organización diocesana, a disposición de la Iglesia local.
Estos diferentes tipos de comunidades y formas de pertenecer a Schoenstatt manifiestan el espíritu del Fundador, que quería que en Schoenstatt se diera una gama tan amplia de participación y posibilidad de integración, como se da en la misma Iglesia: Schoenstatt quiere acoger a cada persona en su propia vocación y originalidad.

Historia de la Devoción

A ocho kilómetros de Coblenza, donde el Mosela desemboca en el Rin y en el corazón de la renania germana, se encuentra Schoenstatt.

El lugar es testigo de una historia larga en gloria y decadencia. En el siglo XII vinieron a poblarlo unas monjas agustinas. El arzobispo de Tréveris les regaló el terreno, calificándolo de “un bello lugar” (en alemán antiguo: eyne schoene Statt). De allí proviene el nombre Schoenstatt. En el siglo XVI las monjas abandonaron el lugar. Las vicisitudes de las guerras y las correrías de los extranjeros destruyeron los restos del convento.

A comienzos de este siglo el antiguo predio fue adquirido por los Padres Palotinos, congregación oriunda de Italia fundada por San Vicente Pallotti (1795-1850). En 1912 se inauguró una nueva casa de estudios. Un rector, un cuerpo de profesores y un padre espiritual tenían a su cargo la formación de los jóvenes. La designación del padre espiritual recayó sobre el Padre José Kentenich. Él será más tarde el fundador de la Obra de Schoenstatt.

El centro del lugar es la capilla que diera lugar al Movimiento Apostólico. Probablemente fue construida en el siglo XIII. Varias veces saqueada y destruida, fue reconstruida otras tantas. Los retoques y remodelaciones a que fue sometida por dentro y por fuera no lograron cambiar en el transcurso de los años su fisonomía básica.

Esta capilla – que los schoenstattianos llaman “Santuario” – es el corazón del Movimiento. Estamos en el albor de la Primera Guerra Mundial. Reflexionando sobre el desafío y el peligro que ésta significaba para los jóvenes, el Padre Kentenich llegó al convencimiento de que la Virgen les ofrecía, a él y a sus educandos, sellar un pacto, una Alianza de Amor. Era el 18 de octubre de 1914 cuando les expuso su “secreta idea predilecta”, su “audaz pensamiento”: “Quisiera convertir este lugar de peregrinación en un lugar de gracias, para nuestra casa y para toda la provincia alemana y quizás más allá”.

La historia futura ha demostrado que el Padre Kentenich no se equivocó en la interpretación del querer divino. El 9 de julio de 1947 concedió el Papa Pío XII la indulgencia plenaria a quienes visitan el Santuario, según las normas de la Iglesia.

La capillita, el cuadro de la Virgen y su título “Mater Ter Admirabilis” – Madre tres veces Admirable – son signos externos visibles del Movimiento.

En el lugar de Schoenstatt, cuna y centro de la Obra Internacional, se hallan actualmente más de veinte casas, pertenecientes a las diversas agrupaciones y a disposición de los miembros y peregrinos de Alemania y el mundo entero.

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