San Juan Crisóstomo. Patrono de los predicadores

San Martin, Miércoles, 13 de Septiembre de 2017 | 09:10

San Juan Crisóstomo es el más famoso orador que ha tenido la Iglesia. Su oratoria no ha sido superada después por ninguno de los demás predicadores. Fue el representante más importante de la Escuela de Antioquía y uno de los cuatro grandes Padres de la Iglesia en Oriente. San Juan Crisóstomo. Patrono de los predicadores

Fiesta: 13 de septiembre

Martirologio romano: Memoria de san Juan, obispo de Constantinopla y doctor de la Iglesia, antioqueño de nacimiento, que, ordenado presbítero, llegó a ser llamado "Crisóstomo" por su gran elocuencia. Gran pastor y maestro de la fe en la sede constantinopolitana, sufrió el destierro por la facción de sus enemigos, y al volver del exilio por decreto del papa san Inocencio I, como consecuencia de los maltratos recibidos de sus guardas durante el camino de regreso, entregó su alma a Dios en Comana, localidad del Ponto, el catorce de septiembre (407).

Biografía de San Juan Crisóstomo

San Juan Crisóstomo nació en Antioquía, probablemente en el año 347. Era hijo único de un gran militar y de una mujer virtuosísima, Antusa, que ha sido declarada santa también era una familia cristiana bien acomodada.

En los años juveniles llevó una vida monástica en su propia casa. Su madre quedó viuda a la edad de veinte años.

Fue en la misma Antioquía donde estudió filosofía y retórica y donde, a la edad de veintiún años, después de estar tres junto al obispo Melecio, y de recibir el bautismo, fue hecho lector. A pesar de la oposición de su madre vivió unos años como ermitaño en el desierto, de donde tuvo que regresar porque su salud empeoraba.

En todo este tiempo no había dejado el estudio de las letras sagradas, y al volver a Antioquía fue ordenado diácono por el obispo Melecio, en el año 381 y luego sacerdote por el obispo Flaviano en el año 386

El Obispo Flaviano le asignó inmediatamente la tarea de predicar en la principal iglesia de la ciudad, lo que cumplió con gran puntualidad durante los doce años que van hasta el 397, convirtiéndose en un celoso colaborador en el gobierno de la Iglesia de Antioquía.

La especialización pastoral de Juan era la predicación, en la que sobresalía por sus cualidades oratorias y su profunda cultura, de allí el sobrenombre de Crisóstomo, es decir "boca de oro", que le fue dado después por los bizantinos.

Fue llamado a suceder al patriarca Netario en la cátedra de Constantinopla. Emprendió inmediatamente una actividad pastoral y organizativa que suscitó admiración y desconcierto.

Juan Crisóstomo era un predicador insuperable, pero no era diplomático, y por eso no se cuidó de las intrigas de la corte bizantina.

Fue depuesto ilegalmente por un grupo de obispos dirigidos por Teófilo, obispo de Alejandría, y desterrado con la complicidad de la emperatriz Eudósia; inmediatamente después fue llamado por el emperador Arcadio, pero luego de dos meses fue nuevamente desterrado.

La muerte de Crisóstomo

Durante este ultimo viaje, el 14 de septiembre del año 407, murió. De sus numerosos escritos, se tiene un pequeño volumen sobre el sacerdocio, que es una obra clásica de la espiritualidad sacerdotal.

Al año siguiente el cadáver del santo fue llevado solemnemente a Constantinopla y todo el pueblo, precedido por las más altas autoridades, salió a recibirlo cantando y rezando.

El Papa San Pío X nombró a San Juan Crisóstomo como Patrono de todos los predicadores católicos del mundo.

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