Fiesta del Santísimo Nombre de María. Memorial.

San Martin, Sábado, 12 de Septiembre de 2020 | 09:03

La Fiesta del Santo Nombre María, también conocido como Santísimo Nombre de María, es un memorial opcional celebrado en el calendario litúrgico de la Iglesia Católica el 12 de septiembre en honor a la Bienaventurada Virgen María. Ha sido una fiesta universal del Rito Romano desde 1684, cuando el Papa Inocencio XI la incluyó en el Calendario Romano General para conmemorar la victoria en la Batalla de Viena en 1683. Fue retirado del calendario de la Iglesia por Annibale Bugnini, Secretario de la Comisión para la Reforma Litúrgica durante el Concilio Vaticano II, pero restaurado por el Papa San Juan Pablo II en 2002, junto con la Fiesta del Santo Nombre de Jesús.

Fecha celebración: 12 de septiembre.

Ha sido Lucas en su evangelio quien nos ha dicho el nombre de la doncella que va a ser la Madre de Dios: "Y su nombre era María". María (Miriam) significa: Doncella, Señora, Princesa, proviene del Hebreo.

El Santo Nombre de María.

Hoy, 12 de septiembre, la Iglesia celebra la fiesta del Santísimo Nombre de María para mostrarnos lo beneficioso que es para nosotros invocar su santo nombre en todas nuestras necesidades, dificultades y agradecimientos.

El Santo Nombre de María con el que honramos a la Santísima Virgen significa "Estrella del Mar". Al respecto de esto, San Bernardo dice: "Este nombre es muy bien recibido por ella, porque es una estrella que ilumina, guía y nos lleva a un puerto en el mar tempestuoso de este mundo".

Esta fiesta se celebró por primera vez en Cuenca, España, en el año 1513, luego se extendió a la Iglesia universal y fue asignada a su lugar y rango actual por el Papa Inocencio XI (1683) en agradecimiento a Dios y a la Santísima Virgen por la liberación de Viena y la señal de victoria sobre los turcos el 12 de septiembre de 1683.

A María, se le conoce con muchos nombres: Estrella del Mar, feliz Puerta del cielo, como canta el himno Ave maris stella. El nombre de María está relacionado con el mar pues las tres letras de mar guardan semejanza fonética con María.

También tiene relación con "mirra", que proviene de un idioma semita. La mirra es una hierba de África que produce incienso y perfume. Los Magos regalan mirra a María como ofrenda de adoración. La mirra, como María, es el símbolo de la unión de los hombres con Dios, que se hace en el seno de María. María es pues, el centro de unión de Dios con los hombres.

"El nombre de María, es nombre de salvación para los regenerados, señal de todas las virtudes, honra de castidad; es el sacrificio agradable a Dios; es la virtud de la hospitalidad; es la escuela de santidad; es, por fin, un nombre completamente maternal" (San Pedro Crisólogo).

El nombre de María y la Misión.

En la Historia de la Salvación es Dios quien impone o cambia el nombre a los personajes a quienes destina a una misión importante. A Simón, Jesús le dice:

"Tú te llamarás Simón. En adelante te llamarás Kefá, Pedro, piedra, roca, porque sobre esta roca edificaré mi Iglesia".

María venía al mundo con la misión más alta, ser Madre de Dios, y, sin embargo, no le cambia el nombre. Se llamará, simplemente, MARÍA, el nombre que tenía, y cumple todos esos significados, pues como Reina y Señora la llamarán todas las generaciones. El Santísimo Nombre de María sería invocado para siempre.

María, joven, mujer, virgen, ciudadana de su pueblo, esposa y madre, esclava del Señor. Dulce mujer que recibe a su niño en las condiciones más pobres, pero que con su calor lo envuelve en pañales y lo acuna.

María valiente que no teme huir a Egipto para salvar a su hijo. Compañera del camino, firme en interceder ante su hijo cuando ve el apuro de los novios en Caná. Mujer fuerte con el corazón traspasado por la espada del dolor de la Cruz de su Hijo y recibiendo en sus brazos su Cuerpo muerto. El Santo Nombre de María es fortaleza en el camino.

María fue sostén de la Iglesia en sus primeros pasos con su maternidad abierta a toda la humanidad. María, humana. María, decidida y generosa. María, fiel y amiga. María fuerte y confiada. María, Inmaculada, Madre, Estrella de la Evangelización.

El Santo Nombre de María es bendición.

Aprovechemos el hermoso consejo que el muy querido San Bernardo de Claraval nos hace sobre invocar el Santísimo Nombre de María:

"En los peligros, en las angustias, en las dudas, invoca a María. Que no se te caiga de los labios, que no se te quite del corazón" En todos los peligros de perder la gracia divina, pensemos en María, invoquemos a María junto con el nombre de Jesús, que siempre han de ir estos nombres inseparablemente unidos. No se aparten jamás de nuestro corazón y de nuestros labios estos nombres tan dulces y poderosos, porque estos nombres nos darán la fuerza para no ceder nunca jamás ante las tentaciones y para vencerlas todas. Son maravillosas las gracias prometidas por Jesucristo a los devotos del nombre de María, como lo dio a entender a santa Brígida hablando con su Madre santísima, revelándole que quien invoque el nombre de María con confianza y propósito de la enmienda, recibirá estas gracias especiales: un perfecto dolor de sus pecados, expiarlos cuál conviene, la fortaleza para alcanzar la perfección y al fin la gloria del paraíso. Porque, añadió el divino Salvador, son para mí tan dulces y queridas tus palabras, oh María, que no puedo negarte lo que me pides".

María, nombre terrible para los demonios.

Citamos estas fervorosas palabras del venerable Tomás de Kempis, respecto del glorioso nombre de la Madre de Dios:

"Los espíritus malignos tiemblan ante la Reina de los Cielos, y huyen como se corre del fuego, al escuchar su santo nombre. A los demonios les causa pavor el santo nombre de María, muy terrible para ellos, pero que para el cristiano es en extremo amable y es constantemente celebrado. No pueden los demonios comparecer ni pueden poner en juego sus artimañas donde ven resplandecer el nombre de María. Como el trueno que resuena en el cielo, así caen derribados al escuchar el Santo Nombre de María. Y cuanto más a menudo se profiere este nombre y más fervorosamente se invoca, más rápido y más lejos se escapan".

Promesas al invocar el Santo Nombre de María.

Son muy consoladoras las promesas de ayuda hechas por Jesucristo a los que tienen devoción al Santísimo Nombre de María. Pues un día, al oír a Santa Brígida, prometió a su Santísima Madre que concedería tres gracias especiales a los que invocan con confianza ese santo nombre:

  • Primero: Les concedería un perfecto dolor por sus pecados.
  • Segundo: sus crímenes serían expiados.
  • Tercero: Les daría fuerza para alcanzar la perfección y, finalmente, la gloria del paraíso.

Luego de esto, Nuestro Señor Jesucristo le dijo:

"Porque tus palabras, oh Madre mía, son tan dulces y agradables para mí, que no puedo negar lo que me pides".

El Nombre de María y los Santos.

San Efrén llega a decir, "que el Santísimo Nombre de María es la llave de las puertas del cielo", en las manos de aquellos que lo invocan devotamente. Y así no es sin razón que San Buenaventura dice "que María es la salvación de todos los que la invocan". En otra ocasión, el mismo San Buenaventura diría:

"Bendito el hombre que ama tu nombre, oh María. Sí, verdaderamente bendito es el que ama tu dulce nombre, ¡oh Madre de Dios! porque, continúa, "tu nombre es tan glorioso y admirable, que nadie que lo recuerde tiene miedo a la hora de la muerte".

"¡Oh Santo Nombre de María! Alegría en el corazón, miel en la boca, melodía al oído de sus devotos clientes!", escribiría el santo del todo el mundo San Antonio de Padua, en el año 1231.

"¡Oh, dulce nombre! Oh María, qué debes ser tú, ya que solo tu nombre es tan amable y gentil", exclama el Beato Enrique Suso.

El muy devoto de la Virgen Maria, San Alfonso María de Ligorio, expresaría lo siguiente:

"Después del santísimo nombre de Jesús, el nombre de María es tan rico en todo lo bueno, que en la tierra y en el cielo no hay otro del que las almas devotas reciban tanta gracia, esperanza y dulzura."

Aprovechemos, pues, siempre el hermoso consejo sobre el Santo Nombre de María que nos da San Bernardo con estas palabras:

"En los peligros, en las perplejidades, en los casos dudosos, piensa en María, invoca a María; que no salga de tus labios, que no se aparte de tu corazón".

Oración para la Fiesta del Santísimo Nombre de María.

Estrella del Mar, hoy veneramos tu santo nombre. Agradecemos a Dios todos los privilegios que le ha complacido otorgarte: tu santa e inmaculada concepción, tu alma libre de toda mancha o defecto, tus muchas virtudes, tu perpetua virginidad, la morada del Hijo de Dios en tu vientre, tu dignidad como Madre de Cristo, tu felicidad de ser Madre de la Iglesia, tu elevación a Reina en el cielo. Nos regocijamos en estas señales de gracia que te han sido dadas y estamos agradecidos de que Dios nos haya dado una Madre tan pura, amable y santa. En este día de fiesta especial, recuerda a tus hijos que aún recorren este desierto. Danos auxilio cuando empecemos a flaquear, levántanos cuando tropezamos, y llévanos cuando caigamos. Intercede por nosotros siempre y déjanos experimentar tu ayuda para salvar vidas. Encomiéndanos a tu Hijo, para que podamos complacerlo en todo lo que hacemos. Oh Santísimo Nombre de Jesús, te lo pedimos por tu santo nombre y en el nombre de tu Hijo Santísimo. Amén.

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